TENDENCIAS TELEVISIVAS
Nos hemos pasado cinco días en Santander, en el Foro de Tendencias Televisivas organizado por la FIA y la Universidad Menéndez Pelayo. Tras un maratón de charlas, mucha gente con corbata y unas cuantas comilonas de alto nivel, hemos vuelto exhaustos, con un par de kilos de más y algunas ideas, que si bien no son en absoluto nuevas, sí están más ordenadas que hace una semana.
Las jornadas han sido un mezcladillo de muchas partes relacionadas con el mundo de la tele: guionistas, productores, ingenieros de teleco, creadores webTVs de éxito, analistas de medios, incluso peces más gordos como el presidente de FAPAE, de la Academia de la Televisión o los mandamases de teles extranjeras o de TVE, T5, A3, CUATRO y LA SEXTA. Aunque fueron muchas ponencias, la mayoría de ellas, con mayor o menor cara de susto, coincidían en varios puntos, que por otro lado, todo el mundo interesado ya conoce. Hagamos un repaso...
Los profesionales de las teles están muy preocupados porque su mundo rígido y estable está cambiando a pasos agigantados. De un canal se pasó a dos, de dos a cinco o seis (autonómicas), y tras Cuatro, La sexta y el tsunami TDT van a ser entre treinta y cincuenta. Eso sólo significa una cosa: más gente para repartirse el pastel de la publicidad. O lo que es lo mismo, menos ingresos y más dificultad para subsistir. Por otro lado, internet es potencialmente una tele con infinitos canales, con vídeo bajo demanda y un montón de funciones añadidas. Y a esto hay que añadirle que desde hace unos días por menos de 400 € ya se puede ver la TDT gratis y con calidad en móviles como éste:
Hace ya un par de años que empresas de telefonía nos dan la posibilidad de comprar paquetes de canales de TV por unos pocos euros al mes, pero esta vez su uso se va a masificar. Los precios de los terminales están bajando y la recepción de la TDT móvil es totalmente gratis.
De momento la audiencia de las teles tanto a nivel nacional como mundial de momento no se ha resentido (incluso ha aumentado), pero es cierto que las grandes empresas que usaban la tele como vehículo tradicional para publicitarse ya han empezado a abandonar la caja tonta como escaparate para ser productores de sus propios contenidos que publican en sus propias webTVs. Es el caso de Audi o Budwaiser. Claro, las teles de todo el mundo están temblando y no les faltan razones. Ahora ya no tienen la exclusividad del canal y acabarán siendo unas simples productoras de contenidos.
Otra lanza que ataca al bolsillo de las teles son las webtvs independientes. Ejemplos como GREEN.TV demuestran que es posible montar una televisión por internet al margen de las teles convencionales, conseguir patrocinios, producir contenidos y obtener un gran público a nivel mundial, y por supuesto, beneficios.
Algunos ponentes clamaban al cielo pronosticando la muerte de la televisión. Otros, entre los que nos encontramos, eran más comedidos. La tele no morirá, sólo mutará. Al igual que pasó con la prensa cuando apareció la radio, a la radio (y al cine) con la TV, el VHS, etc. le está ocurriendo a la tele con la venida de Youtubes y WebTVs.
Las jornadas han sido un mezcladillo de muchas partes relacionadas con el mundo de la tele: guionistas, productores, ingenieros de teleco, creadores webTVs de éxito, analistas de medios, incluso peces más gordos como el presidente de FAPAE, de la Academia de la Televisión o los mandamases de teles extranjeras o de TVE, T5, A3, CUATRO y LA SEXTA. Aunque fueron muchas ponencias, la mayoría de ellas, con mayor o menor cara de susto, coincidían en varios puntos, que por otro lado, todo el mundo interesado ya conoce. Hagamos un repaso...
Los profesionales de las teles están muy preocupados porque su mundo rígido y estable está cambiando a pasos agigantados. De un canal se pasó a dos, de dos a cinco o seis (autonómicas), y tras Cuatro, La sexta y el tsunami TDT van a ser entre treinta y cincuenta. Eso sólo significa una cosa: más gente para repartirse el pastel de la publicidad. O lo que es lo mismo, menos ingresos y más dificultad para subsistir. Por otro lado, internet es potencialmente una tele con infinitos canales, con vídeo bajo demanda y un montón de funciones añadidas. Y a esto hay que añadirle que desde hace unos días por menos de 400 € ya se puede ver la TDT gratis y con calidad en móviles como éste:
Hace ya un par de años que empresas de telefonía nos dan la posibilidad de comprar paquetes de canales de TV por unos pocos euros al mes, pero esta vez su uso se va a masificar. Los precios de los terminales están bajando y la recepción de la TDT móvil es totalmente gratis.
De momento la audiencia de las teles tanto a nivel nacional como mundial de momento no se ha resentido (incluso ha aumentado), pero es cierto que las grandes empresas que usaban la tele como vehículo tradicional para publicitarse ya han empezado a abandonar la caja tonta como escaparate para ser productores de sus propios contenidos que publican en sus propias webTVs. Es el caso de Audi o Budwaiser. Claro, las teles de todo el mundo están temblando y no les faltan razones. Ahora ya no tienen la exclusividad del canal y acabarán siendo unas simples productoras de contenidos.
Otra lanza que ataca al bolsillo de las teles son las webtvs independientes. Ejemplos como GREEN.TV demuestran que es posible montar una televisión por internet al margen de las teles convencionales, conseguir patrocinios, producir contenidos y obtener un gran público a nivel mundial, y por supuesto, beneficios.
Algunos ponentes clamaban al cielo pronosticando la muerte de la televisión. Otros, entre los que nos encontramos, eran más comedidos. La tele no morirá, sólo mutará. Al igual que pasó con la prensa cuando apareció la radio, a la radio (y al cine) con la TV, el VHS, etc. le está ocurriendo a la tele con la venida de Youtubes y WebTVs.
El futuro está claro: la competencia se multiplicará de manera exponencial y sólo sobrevivirán los más fuertes. Sencillamente no hay suficiente público para rentabilizar 40 canales. El modo de ver la tele en casa no cambiará (no hay nada como un sofá, una tele graaande y un mando en la mano) pero combinaremos en una sola pantalla todas las opciones:
- veremos indistintamente emisiones procedentes de Satélite, TDT o ADSL con el mismo mando.
- accederemos a contenidos tanto en SD o HD. Básicamente un canal HD ocupará lo mismo que dos canales SD. Aunque lo del HD generalizado será dentro de una década por lo menos.
- emplearemos tanto ondas como cables para acceder a los contenidos. Vamos, como ahora.
- competirán de igual modo los programas carísimos de las teles gigantes con el videoblog de tu vecino.
- lo más importante: veremos lo que nos dé la gana cuando nos dé la gana.
Algo que nadie dijo: que el vídeo bajo demanda es una realidad desde hace años. Gracias a las descargas y la web 2.0 es muy fácil conectar el portátil al LCD de 40". Pero todavía no se ha simplificado lo suficiente como para que una señora mayor tecnoanalfabeta pueda hacerlo directamente con el mando de su tele.
Algunos productores extranjeros mostraron programas novedosos de alta rentabilidad para las teles del futuro (sí, aquellas con pocos ingresos por publicidad). Aquí no hubo mucha novedad: la mayoría seguían siendo realities. Muy baratos y con alto poder de adicción: delincuentes juveniles en una prisión televisada, yonkies encerrados en una clínica de desintoxicación televisada, etc. es decir, lo que conocemos aquí pero un paso más lejos alcanzando ese morbillo necesario para enganchar al espectador aburrido y con afán vouyerista.
Respecto a la ficción, se mostraron algunas series muy económicas, sin apenas localizaciones, del estilo Camera Café, Matrimoniadas o La Tira. Eso sí, sin la necesidad de acudir a chistes constantemente incluso metiéndose en melodrama o drama puro. La única baza de estos formatos es (como sucede siempre en nuestros cortos) el guión y los actores. Un ejemplo es IN TREATMENT (los diálogos entre un terapeuta y sus pacientes en la consulta) y otro SCREENZ, basada en las relaciones entre varios internautas siempre a través de sus webcams.
Por último, lo poco que se habló de cine. Hoy por hoy es como el teatro o la danza: un cadáver que sobrevive gracias a las ayudas. Todas las teles lo consideran un lastre y como están obligadas por ley a gastar un 5% de su dinero, han decidido emplearlo en pocas películas muy caras de las que hacen mucha promoción: desde las históricas de A3 hasta Ágora, la última de Amenábar que se ha llevado prácticamente el presupuesto anual para cine de T5. Pero que quede claro: si no les obligara la ley, no lo harían.
Si han sido capaces de acabar esten post ladrillo, se merecen que les demos un resumen a modo de tiras cómicas que dibujamos mientras sufríamos parte las charlas. Pero eso será en la próxima entrada.
- veremos indistintamente emisiones procedentes de Satélite, TDT o ADSL con el mismo mando.
- accederemos a contenidos tanto en SD o HD. Básicamente un canal HD ocupará lo mismo que dos canales SD. Aunque lo del HD generalizado será dentro de una década por lo menos.
- emplearemos tanto ondas como cables para acceder a los contenidos. Vamos, como ahora.
- competirán de igual modo los programas carísimos de las teles gigantes con el videoblog de tu vecino.
- lo más importante: veremos lo que nos dé la gana cuando nos dé la gana.
Algo que nadie dijo: que el vídeo bajo demanda es una realidad desde hace años. Gracias a las descargas y la web 2.0 es muy fácil conectar el portátil al LCD de 40". Pero todavía no se ha simplificado lo suficiente como para que una señora mayor tecnoanalfabeta pueda hacerlo directamente con el mando de su tele.
Algunos productores extranjeros mostraron programas novedosos de alta rentabilidad para las teles del futuro (sí, aquellas con pocos ingresos por publicidad). Aquí no hubo mucha novedad: la mayoría seguían siendo realities. Muy baratos y con alto poder de adicción: delincuentes juveniles en una prisión televisada, yonkies encerrados en una clínica de desintoxicación televisada, etc. es decir, lo que conocemos aquí pero un paso más lejos alcanzando ese morbillo necesario para enganchar al espectador aburrido y con afán vouyerista.
Respecto a la ficción, se mostraron algunas series muy económicas, sin apenas localizaciones, del estilo Camera Café, Matrimoniadas o La Tira. Eso sí, sin la necesidad de acudir a chistes constantemente incluso metiéndose en melodrama o drama puro. La única baza de estos formatos es (como sucede siempre en nuestros cortos) el guión y los actores. Un ejemplo es IN TREATMENT (los diálogos entre un terapeuta y sus pacientes en la consulta) y otro SCREENZ, basada en las relaciones entre varios internautas siempre a través de sus webcams.
Por último, lo poco que se habló de cine. Hoy por hoy es como el teatro o la danza: un cadáver que sobrevive gracias a las ayudas. Todas las teles lo consideran un lastre y como están obligadas por ley a gastar un 5% de su dinero, han decidido emplearlo en pocas películas muy caras de las que hacen mucha promoción: desde las históricas de A3 hasta Ágora, la última de Amenábar que se ha llevado prácticamente el presupuesto anual para cine de T5. Pero que quede claro: si no les obligara la ley, no lo harían.
Si han sido capaces de acabar esten post ladrillo, se merecen que les demos un resumen a modo de tiras cómicas que dibujamos mientras sufríamos parte las charlas. Pero eso será en la próxima entrada.