CEREBRO
O cerebros. Eso es lo que tiene el montruo RED, que acaba de parir a sus criaturas (en realidad no hay nada más que unos rediseños y una promesa de fabricarlos, pero consiguen hacer pensar a la gente que ya existen).
Lo que han hecho no es nada nuevo en otros sectores. Nos venden una impresora barata y luego nos sablan en los cartuchos. Nos venden un coche económico y luego la industria obtiene las ganancias con los recambios subidos de precio.
En este caso, desde luego, han conseguido sorprender. En lugar de una cámara con unas especificaciones concretas, han segmentado sus productos y van a vender diferentes cuerpos de cámara (ellos los llaman cerebros, brains) debidamente capados por precio y características. Si quieres resolución y precio, no tendrás 120 fps; si quieres una cámara barata, necesitarás un adaptador para colocarle tu ópticas Nikon y tener un profundidad de campo realmente estrecha. Cerebros para todos los gustos y precios.
A partir de ahí, tienes que ponerle de todo: LCD, visor, baterías, lentes, etc. y es ahí donde te van a sangrar. Por otro lado, si algún día quieres cambiar de cámara, podrás y querrás aprovechar todos esos accesorios de RED y acabarás comprando de nuevo otro cerebro con más potencia. De ese modo sólo pagarás por una parte de la cámara... y conseguirán tenerte atado a sus productos de por vida.
Supongo que aquí la clave serán los terceros fabricantes. Es posible, tal como en las impresoras o en los coches, que se hagan accesorios compatibles a precios más adecuados. Estoy seguro que los fabricantes de adaptadores como Letus o Redrock estarán pensando en colocar sus artefactos a las versiones más económicas de la Scarlet.
De cualquier modo, incluso con todos los accesorios originales, las cámaras RED siguen teniendo una relación calidad/precio que está a años luz de sus competidores. Veremos cual es la respuesta de los peces gordos.
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