UF



Vamos a tope. Trabajando en DOMINGUEROS sin prisa y sin pausa, preparando de forma mucho más acelerada la preproducción de MENÚ EQUIVOCADO (¡¡se rueda en tres semanas!!) y... dedicándonos a otros menesteres que nos ayuden a pagar la hipoteca.
A veces , tras días o semanas de preproducción, aparece un desasosiego provocado por el estrés y el trabajo a ciegas. Estos esfuerzos necesitan una motivación tangible que vaya más allá de una idea difusa y lejana. Necesitamos saber que la peli es algo real, que no está sólo en nuestras cabezas. La sensación sería como hacer un viaje en barco para llegar a un destino que no estás seguro de si existe.
En el caso del largometraje, los profesionales tienen una motivación muy clara: la económica. En el caso del cortometraje, a veces hay que inventársela. Y en ocasiones te vienen regalos que refrescan la memoria y te dan un impulso nuevo. Esta semana hemos hecho pruebas de maquillaje y vestuario con la prota de MENÚ EQUIVOCADO y es exactamente como pensamos hace más de un año. Probando la cámara y las lentes (EX1+SGpro) hemos sonreído al materializar para nuestros ojos ese extraño plano que diseñamos hace mucho tiempo. Y nos hemos sentido más seguros tras las reuniones con Fotografía y Arte, testeando la localización con el storyboard o discutiendo acerca de colores y texturas de un papel de pared.
Respecto a DOMINGUEROS, otro tanto. Le quitamos horas al sueño y congelamos parte de nuestra vida social para acabar esa nueva fase del guión, para seguir buscando a estos actores que se nos resisten con nuevos casting, andamos con trabajos de mesa, reuniones con el equipo técnico, empezando con pruebas de vestuario, maquillaje, etc.

La cosa se mueve. Cada vez más rápido. Y nosotros vamos dentro.