INTERNET NO NOS DARÁ DE COMER - 1


Llevo ya varias semanas, quizá a raíz de la polémica ley Sinde, pensando en escribir un post sobre internet y los medios. Hace ya una década, éramos muchos los creadores de contenidos los que pensábamos que la tecnología sería decisiva en un cambio de rumbo en la industria audiovisual, donde nosotros, los pequeños creadores que no somos ni grandes genios ni hijos de nadie, tendríamos una oportunidad. Llegamos a pensar que la democracia audiovisual nos llevaría a una especie de utopía difusa donde creadores y consumidores satisfaceríamos nuestras necesidades en un marco de comercio justo, y de paso, en un ataque ingenuo de niño de provincias, que las grandes productoras encargadas de productos mainstream sin alma para la masa manipulada se irían a pique.
Había una parte de nosotros inocente e irreverente que pensaba: las discográficas son enormes empresas que se aprovechan del talento de los creadores y los exprimen con sus contratos para enriquecerse. ¡Hola internet! ¡Ciao, discográficas! Algunas productoras audiovisuales corruptas emplean subvenciones para hacer pelis que ni se cuidan, ni se estrenan, ni ve nadie, y que a menudo son sencillamente malas. Pues bien: sayonara también. Si el vídeo digital nos permitía hacer cine a bajo coste, internet nos había dado las armas para poder distribuir nuestro contenido y romper el mercado tradicional. Felices, osados y con ganas, lo único que quedaba por resolver era el famoso modelo de negocio, eso que Álex de la Iglesia, uno de los protas del culebrón Sinde, ha repetido hasta la saciedad.
MODELO DE NEGOCIO. Casi nada. Merece la pena escribirlo con mayúsculas, porque hacer una peli o una serie es algo muy caro en el que la mayoría de la gente son trabajadores como los albañiles o los operarios de fábrica.
Pagar por visionado en streaming. Hasta ahora no ha funcionado. Yodecido, la apuesta de Filmax por la distribución on line, quebró hace ya tiempo. De hecho este enlace está roto. Filmin, la apuesta de otras empresas (Alta Films, El Deseo, Golem, Tornasol, Vértigo Films, Wanda Visión y Cameo), sigue sin ser rentable. Luego está Filmotech, similar al caso anterior, esta vez iniciativa de EGEDA. Por último, abierta desde hace un par de meses, está Wuaki, que más o menos hace lo mismo que las demás y por los mismos precios.
¿Funcionará esto? La clave parece ser que será factible si se encuentra un dispositivo para navegar por internet y ver pelis directamente con el mando a distancia y en la TV, es decir, sin el PC. En USA está bastante estandarizado el Apple TV o el portal Netflix. Aquí, todas las consolas modernas lo permiten y los nuevos modelos de televisiones ya tienen esta opción incorporada. Sólo así se entiende que el padre de familia decida ver la peli de moda sin levantarse del sillón y con su mando de toda la vida. Veremos que sucede.
La otra opción pasa necesariamente por la financiación a través de publicidad. Pero de eso ya hablaremos otro día.