ON THE LOT CON WONG KAR-WAI
Hoy me he propuesto publicar un post de de más de dos líneas, de esos que empiezan con un tema y acaban en otro, que en principio no tiene nada que ver, y que suele estar relacionado con el cine o cualquiera de sus escondidos rincones. Así que tengan cuidado. Ya saben que o soy demasiado breve o me excedo.
Hace unos diez días nos encontrábamos intentando dormir en uno de los parajes urbanos más sórdidos de este mundo: Las Chungking Mansions. Si alguna vez visita Hong Kong, sólo tendrá dos tipos de alojamiento: o los caros hoteles para ejecutivos de empresas multinacionales (a partir de 150 € la doble) o los hoteluchos ubicados en el emblemático edificio Chungking (a partir de 15 € la habitación). El decorado es inmejorable para una película de terror apocalíptico. Un abandonado edificio de 25 plantas con unas 15 puertas por planta. Cutre, sórdido, sucio...pero esta colmena de 4000 habitantes es lo único que nos podemos permitir.
Paredes desconchadas con cucarachas haciendo escalada, cables empalmados robando electricidad al vecino, lúgubres refugios de emigrantes ilegales de 15 países diferentes, narcos que distribuyen mercancía a los camellos o pequeños putiferios de mala muerte se mezclan con algunos hoteles con habitaciones de 5 m2 para mochileros que han caído en esta interesante, futurista, cutre y a la vez postmoderna ciudad.
Tras unos días, caemos en la cuenta. El nombre de este edificio nos suena a algo. Pero no conseguimos averiguarlo. Nos acomodamos algunas horas para reposar nuestros doloridos huesos y encendemos la pequeña tele. Zapemaos hasta que vemos un programa en inglés, que no resulta ser otro que la final del programa ON THE LOT. (La traducción del título sería algo así como EN EL SET DE RODAJE, una expresión empleada en los estudios de Hollywood).
Enseguida recuerdo que leí en internet que Dreamworks, la productora de Spielberg, había realizado un reality al estilo de Operación Triunfo pero con jóvenes directores cortometrajistas, escogidos entre miles. Cada uno realizaría un corto durante unas semanas, y los programas destriparían los rodajes, se nutrirían de las experiencias de los concursantes durante la producción (enfatizando en las emociones humanas, claro está) y finalmente emitirían los cortos realizados y empezaría todo el tinglado de votaciones y juicios de profesionales y público. Ah! El premio era un millón de dólares para realizar el primer largo. Y todo esto intentado rodear al programa del pseudoglamour de la alfombra roja, con tufillo a los Oscar, trajes con lentejuelas, algunas estrellas invitadas y con la presencia en el último programa del rey Midas del cine americano.
Enseguida se me erizó el pelo. No sabía muy bien qué sentir. A priori, es un programa que debe seducir a los miles de aspirantes a cineastas, jóvenes cortometrajistas que sueñan con el éxito rápido y fácil. Joder, es tentador pensar que puedes dar el golpe, llegar a la cumbre de un tirón. Pero claro, los que llevamos ya unos cuantos años dándonos cabezazos contra un muro, no tenemos la misma percepción. Ante la creciente población de ingenuos que queremos dedicarnos al choubisnis, ¿es ético ponernos en fila, tratarnos como a borregos para competir entre nosotros con el único objetivo de sacar pasta con la audiencia a nuestra costa?Desde luego aquí se hace, se exprime a los aspirantes a cantantes o simplemente, a los aspirantes a estrellitas de turno que bueno, quizá lo que quieran es salir en la tele. Y luego hay grupos de música que saben componer, tocar y cantar desde hace 15 años, que no consiguen vivir de lo suyo y que se quedan en casa mirando a Bisbal en la pantalla con cara de póker.
Pero ya digo, aquí no es todo blanco o negro. Al menos, pensé, si este tipo de programas tiene éxito, igual se populariza el formato de cortometraje y salimos del subsuelo al cual estamos condenados. Y la gente empieza a valorar esa figura que es el creador audiovisual.
¿Se imaginan un programa así en España? Lo cierto es que es tema traería cola. Después de encuestas tendenciosas y con la imagen del cine español algo tocada y manipulada, no logro a adivinar cual sería la respuesta de nuestro público ante un programa similar.
Por cierto, y ya para acabar, algunas curiosidades:
- El chico que ganó la final (la votaciones eran por SMS) estuvo todo el programa hablando de sus dos hijas y su mujer, y de que necesitaba trabajo para mantener a su familia.
- On the lot tuvo una buena aceptación de público, pero según he leido, la audiencia lo abandonó durante los últimos programas para ver otro reality de estrellitas más freaks, como ventrílocuos y contorsionistas. ¿Se hará una segunda edición?
- Las Chungking Mansions fue el set de rodaje del ¿hongkonés? Wong Kar-Wai para su película Chungking Express.
Como epílogo, les dejo uno de los cortos que vimos aquella noche en el antro de 5 o 6 m2. Ni siquiera llegó a la final, pero me pareció brillante. Una muestra más de que más vale una buena idea que un gran presupuesto.