TEMAS ENCADENADOS
Me pregunto si estos señores se habrán preocupado alguna vez por analizar el camino que está tomando la distribución audiovisual y como internet está cambiando las costumbres del público, o si más bien están ocupados en crecer económicamente aquí y ahora y luego... luego ya veremos.
Estas pasadas navidades, como ocurre desde hace dos años, y con la intención de llamar la atención del posible consumidor, volvió a salir el manido tema de la guerra de formatos entre el HD-DVD y el BLU-RAY. El tema se calentó bastante en E.E.U.U. cuando Toshiba sacó a la desesperada un reproductor HD-DVD por menos de 100 dólares. Y hace una escasa semana volvió a salir en la prensa especializada, ya que, además de Disney y los estudios de Sony, también la Warner y la Paramount se apuntaron al carro del Blue-ray y dejaron solitos a Universal y Dreamworks con el HD-DVD. Si tenemos en cuenta que el Betamax se hundió porque los estudios de Jolibú apoyaron al inferior VHS, podría decirse que la batalla ya está decidida a favor del BR. Si somos de los que creen que la victoria entre VHS y Betamax la decidió la industria del porno, hoy en día ya sería el HD-DVD el vencedor. De todos modos, esta guerra de formatos ya aburre un poco y está incompleta. La situación global no es la misma que hace 20 años. No se tiene en cuenta una tercera vía para distribuir y ver alta definición. ¿Mi ganador?
Y de aquí pasamos al tema siguiente...
Por supuesto, la que ya sabemos todos: internet. Descargas o streaming, SD, HD o la resolución y el formato que te dé la gana. Un portátil o el Apple TV. Lo mismo da. Y si no, tiempo al tiempo. Saben de sobra que esto ya no es futuro. Hace ya un par de años que es presente. En USA Itunes ha vendido más pelis que los Blu-ray y HDDVD juntos. Sólo espero que aquí aparezca un sistema remunerado y adecuado a ambas partes, porque si no los creadores audiovisuales al margen del casi cerrado mercado del cine-TV la llevamos clara. No sé si la opción de cobrar por visitas a cambio de publi o descargas a las compañías telefónicas (tal como proclama Bigas Luna en su blog) serán una solución, pero alguna fórmula estándar y no muy incómoda deberíamos encontrar. Y no me refiero a esta idea. ¿Se imaginan que el ganadero o el agricultor le trajesen sus alimentos directamente a casa sin intermediarios y por mucho menos precio? ¿Y si algo así pasara con el audiovisual?
¡Ah, claro! Se me olvidaban dos cosas: La primera, que estamos en Spania, la tierra de los ciberCachulis. Siempre es mejor gratis que barato. La segunda, que los alimentos no se pueden piratear.