SOBRE TV-MOVIES Y EL FUTURO DEL CINE ESPAÑOL


Andamos, como saben de sobra, en medio de la vorágine de un largometraje para televisión. DOMINGUEROS es un producto de su época y circunstancias. La TV-movie (digo yo que suena más moderno que telefilme) es un formato en alza potenciado por la administración especialmente a partir de este año, en el que, gracias a la nueva Ley del Cine y los cambios propuestos por el ICAA, las pelis para TV podrán percibir ayudas públicas por ser consideradas al mismo nivel cultural que las pelis de cine de toda la vida. Además de esto, la Ley del Cine quiere eliminar las películas de cine pequeñas, aquellas que no tienen grandes presupuestos y que, salvo excepciones, apenas llegan a estrenarse. Para hacer esto la Ley del Cine va a concentrar las ayudas (de guión, de desarrollo, de producción, etc) en menos películas, así reducir el número de cintas que se elaboran cada año y que las pelis que se hagan estén mejor financiadas. Como todo en la vida hay una cara y una cruz. Es cierto que se hacen demasiadas películas de cine españolas (unas 150 0 170 anualmente) de las que luego apenas tienen distribución comercial la mitad y hacen taquilla el 10%. Eso supone todo un gasto millonario y el esfuerzo de un montón de gente en algo no provechoso, en una peli que acaba guardada en un cajón y olvidada por todos. Es normal, pensando en términos de industria, potenciar las pelis grandes y caras, aquellas que llenan las salas y que se pueden vender en otros países, al estilo Crímenes de Oxford o Ágora. Aunque también es cierto que en estos momentos sus reputados directores lo hubieran tenido más difícil para hacer unas pelis pequeñas como Acción Mutante y Tesis. En resumen, no hay sitio para los pequeños productores, de esos que levantan un peliculita con esfuerzo, talento, poco dinero y que consiguen dar el campanazo en los festivales de turno. Se radicaliza la situación. O eres grande y gordo o no eres nadie. Es un precio a pagar para adaptarse al mercado.
En mi humilde opinión, (y sé que alguno se me tirará al cuello) la solución pasaría por proteger al cine español para que el americano con sus técnicas abusivas nos deje un hueco. Algo que se hace directamente en Francia e indirectamente en EEUU desde hace muchos años.
Pero volvamos a DOMINGUEROS. Las TV-movies son en realidad pelis de cine más baratas de lo normal (600.000 € frente a 1.500.000 € de media). Esto influye, por supuesto, en el lenguaje audiovisual, que se debe adaptar a menudo en favor de la producción. Otra diferencia con el cine son unos límites creativos menos amplios. Límites impuestos por las teles que, a fin de cuentas, ponen dinero que quieren recuperar en forma de audiencia y además mantener su imagen de cadena.
Las TV-movies son, para algunos como José Luis Cuerda, aquello que matará del todo al cine español. Para otros, como para el presidente de FAPAE, será aquello que salvará a la industria porque seguirá dando trabajo al sector. Para nosotros es una forma de trabajar y de hacer algo nuevo y más grande que lo anterior.
Seguramente es algo lógico en una industria potenciar el cine comercial en decrimento del cine de autor. Por nuestra parte, intentamos no renunciar a ninguno de los dos. DOMINGUEROS tiene un formato directo, para el gran público. Pero también consigue, al menos en parte, proyectar nuestras inquietudes personales.
Y respecto al canal de distribución, a estas alturas, creemos que no importa el tamaño de la pantalla. DOMINGUEROS se verá en salas de cine (en festivales y presentaciones), se emitirá en TV y muy probablemente, en un tiempo, acabarán viéndola la mayoría de la gente a través de internet.