ESTE AÑO NO TENDREMOS NOTODO
Finalmente este año no hemos presentado cortometraje en el Notodofilmfest. Todos los retrasos que han habido en la TV-movie y en MENÚ EQUIVOCADO han impedido relajarnos y alejarnos lo suficiente para hacer un Notodo. El Notodofilmfest es un concurso que despierta sentimientos contradictorios. Por un lado, exige más que la mayoría de certámenes. Te pide un corto de 3:30 casi exclusivamente para el concurso compitiendo entre cientos que se presentan. Con esa partida, es normal que más de uno se eche para atrás. A priori no tiene sentido hacer un corto que cueste mucho esfuerzo únicamente para este certamen. O haces algo extremadamente sencillo o presentas una versión reducida de un corto más elaborado que luego moverás por festivales convencionales.
Hubo un momento que se pensó que ganar un Notodo era como (hace años) ganar un Goya al mejor corto: un trampolín en tu carrera cinematográfica. Sólo pasó con Daniel Sánchez Arévalo, y eso demostró que era Daniel y no el concurso la pieza clave en el juego.
Para nosotros el Notodo ha sido siempre como ir al gimnasio. Es una forma de obligarte a coger la cámara, hacer algo rápido, usar el ingenio sin medios...y disfrutar en el proceso. Si encima, luego suena la flauta, eres nominado y acabas en un antro cantando en el karaoke entre amiguetes...pues miel sobre hojuelas. Este año hemos acabado exhaustos y, aunque tenemos algunas pequeñas ideas para llevar a la "pantallita", al final nos ha faltado energía y algo de tiempo para hacer un cortillo.
De todos modos, teniendo en cuenta que el premio principal es (a parte de la pasta) un curso para aprender cine haciendo cortos, sería bastante improbable, quizá incluso injusto, que ganase alguien como nosotros, con una década de recorrido en este mundillo.
Hubo un momento que se pensó que ganar un Notodo era como (hace años) ganar un Goya al mejor corto: un trampolín en tu carrera cinematográfica. Sólo pasó con Daniel Sánchez Arévalo, y eso demostró que era Daniel y no el concurso la pieza clave en el juego.
Para nosotros el Notodo ha sido siempre como ir al gimnasio. Es una forma de obligarte a coger la cámara, hacer algo rápido, usar el ingenio sin medios...y disfrutar en el proceso. Si encima, luego suena la flauta, eres nominado y acabas en un antro cantando en el karaoke entre amiguetes...pues miel sobre hojuelas. Este año hemos acabado exhaustos y, aunque tenemos algunas pequeñas ideas para llevar a la "pantallita", al final nos ha faltado energía y algo de tiempo para hacer un cortillo.
De todos modos, teniendo en cuenta que el premio principal es (a parte de la pasta) un curso para aprender cine haciendo cortos, sería bastante improbable, quizá incluso injusto, que ganase alguien como nosotros, con una década de recorrido en este mundillo.