¿EL SPOTIFY PARA PELIS?
Vale, de acuerdo. Parece que Spotify está empezando a cambiar las cosas a lo grande. De momento ha conseguido dar cierta esperanza a las productoras musicales cuyo negocio de ventas de discos se fue por el desagüe. Veremos la evolución en unos años.
Cuando uno empieza a usar Spotify, actúa con la avaricia de un niño que lo quiere todo. Conectas tu portátil al ampli y tienes toda la música del mundo (bueno, casi toda) en tu casa. Legal. Gratis. Sin ocupar nada en tu disco duro. A cambio, tienes que escuchar algo de publicidad e instalar un nuevo programa en tu escritorio conectado a internet, que no deja de ser una forma más de estar controlado.
Nosotros ya miramos con cierta melancolía la estantería de CDs pensando que acabarán como las VHS. Aún conservamos media docena de cintas que jamás veremos, pero que por alguna razón sentimental no somos capaces de deshacernos de ellas.
Hace unos meses apareció Voddler, la versión para vídeo. Como, ABBA o Ikea, es sueco. Se encuentra en fase beta, y de momento no puede utilizarse fuera de ese país. En realidad no es exactamente un concepto nuevo. En España tenemos iniciativas como Filmin o Yodecido, que intentan hacer algo parecido pero que apenas se acercan a su objetivo. Y sabemos que Youtube tiene a punto de salir un videoclub de pago para este año.
En plataformas como Spotify o Voddler, las ventajas son claras. La primera: es gratis. La segunda: lo tienes todo (o al menos, ese es el objetivo). Estos aspectos junto a la comodidad de la inmediatez pueden ser capaces de que la gente se olvide de los P2P y las descargas, y al mismo tiempo una salida al atolladero de la productoras audiovisuales. También deberíamos tener en cuenta las diferencias entre música y cine: una canción no requiere ni el 10% de ancho de banda que una peli. Y los hábitos de consumo: al contrario que con la música, la mayoría de pelis caducan. La gente no suele repetir visionado y está muy influido por el factor "novedad" de los estrenos.
De momento, y en tiempos de crisis y bolsillos vacíos, lo que nos toca es esperar sentados intentando retomar un guión olvidado.