EL TALÓN DE AQUILES DEL CORTOMETRAJISTA
PARTE 1. OBVIEDADES. Que sí. Estamos de enhorabuena. Desde la aparición del miniDV y el PC hasta la aparición de Youtubes y Metacafeses todo han sido ventajas a la hora de democratizar el cine, al menos el cine de corta duración. Personillas hijas de un albañil y un ama de casa, aunque no pudieran pagarse unos estudios cinematográficos, han podido ahorrar y con esfuerzo y ganas, hacer sus propias obras. De ahí, como en otros sectores, están saliendo unos pocos cuyas obras resaltan y seguramente dedicarán su vida al cine.
PARTE 2.REALIDADES. Nosotros estamos locos por hacer un nuevo corto. Nos encanta el formato. Tenemos un puñado de ideas que nos queman en el bolsillo. Podemos reunir los medios necesarios y tirar hacia delante el proyecto. Pero...¿por qué no lo hacemos? Sencillamente nos echa hacia atrás la pieza que todavía no saca provecho de la era digital: la distribución por festivales y certámenes.
Nos guste o no, la valoración, el prestigio y la posible e improbable rentabilidad de un corto pasa por la obligada competición, lo cual condiciona ya la obra. Hemos dedicado varios años a reunir, seleccionar y gestionar la distribución en cientos de festivales, la mayoría nacionales. Y cualquiera que conozca ese trabajo coincidirá en que es la peor parte de todo el proceso. Tardes interminables rellenando fichas, tostando DVDs, imprimiendo carátulas, maquetando dosieres de prensa...es algo que, si no tienes en tus manos una obra ganadora, acaba desmotivando.
Una opción es acudir a algunas distribuidoras privadas: Freak, Lolita Peliculitas, Intermedia Agency, Promofest, etc. Un gran ventaja: te quitan un enorme peso de encima. Te olvidas del tema. Dos inconvenientes. El primero: son caras. Como no tengas un caballo ganador puedes perder más dinero que en la propia realización del corto. El segundo: nadie gestionará ni mimará mejor que tú todo este trabajo. Es normal. No es lo mismo hacerse cargo de una mascota que de veinticinco.
Otra opción, la mejor hoy por hoy, y la más difícil, es hacerse vasco o trabajar con una productora de Euskadi. Si haces una buena obra y tienes suerte, puedes meter cabeza en el programa Kimuak, distribuidora pública y gratuita que llega hasta los últimos confines del mundo. (Ojito, y pagan las copias en 35mm!!) El ejemplo más serio a seguir por otras autonomías del estado. También puedes intentar que alguna productora seria de cortometrajes te produzca tu trabajo y luego se dedique a distribuirlo como dios manda. Esto es más complicado. Un ejemplo lo tenemos en Avalon Producciones.
PARTE 3. UTOPÍAS. Lo ideal sería tener un foro o portal común en Internet (quizá restringido sólo a seleccionadores) donde todo el mundo pudiese colgar sus datos y sus obras a una mínima calidad. Los seleccionadores podrían acceder a una web y decidir la selección de sus cortos a la carta, y tras la elección podrían bajarse los cortos vía FTP o BitTorrent en alta definición para proyectar en salas. Ventajas inmejorables: fácil, rápido, gratis, accesible a todos, reducción drástica del trabajo burocrático para participantes y seleccionadores...Hay iniciativas europeas, como Reelport, pero para que eso funcione aquí aún debe de llover mucho. Antes mi abuela (D.E.P.) aprenderá a usar el móvil.
Total, que así estamos y así seguiremos. Salud!