SEÑORES FESTIVALEROS


Hace unas semanas, recordando viejas palabras mías, volvimos a debatir en un foro cortometrajil sobre los festivales de cortometrajes y su relación con los pequeños cineastas. Desde hace más d eun año que estamos bastante alejados del mundo festivalero, pero algo de experiencia tenemos.
Podemos estar orgullosos de que España sea uno de los países con más festivales de cortos del mundo y contentos de que no se haya puesto de moda eso de pagar por inscribirse (esto lo diré bajito, no sea que cambie la cosa).
Lo cierto es que hay festivales de todo tipo: en unos te tratan y te respetan como si fueses Coppola o Tarantino y en otros te ningunean y te patean como a una colilla (a veces incluso siendo invitado y premiado!!). Todo depende de presupuestos y muy especialmente de las personas que los gestionan.
En España la mayoría de festivales son finanaciados mediante partidas públicas a través de la administración (normalmente de un ayuntamiento) y a menudo gestionados por voluntarios cinéfilos de la zona. Otras veces los festivales son patrocinados por empresas privadas a cambio de publicidad o incluso llevados a cabo por organizadoras de eventos a cambio de una pasta gansa.
De todos modos, todos los festivales tienen algo en común: gestionar la participación en ellos es un auténtico coñazo, un engorro teniendo en cuenta que hay que leer unas bases, rellenar una ficha, entregar un material, etc. de forma individualizada para cada festival. Este trabajo tedioso y largo sólo es evitable pagando otra buena suma a las conocidas FreaK, Lolita o Promofest. Y sabiendo de antemano que nunca nadie mimará la distribución de tu corto como si lo hicieras tú mismo.
¿El problema? Que los festivales no se organizan entre ellos y ahorran esfuerzos inútiles estandarizando una ficha de inscripción, un dosier de prensa, materiales gráficos, etc. De hecho, muchos de ellos son competencia, y como es normal, tienen sus propias rencillas.
Imaginemos un lugar en internet en el cual los cineastas pudiésemos registrarnos y rellenar para cada obra una única ficha de inscripción estándar, subir fotogramas, un dosier de prensa, un trailer...incluso la propia obra audiovisual. En ese mismo lugar los festivales podrían colgar sus bases rellenando también una hoja de datos estándar, con los requisitos para inscribirse, edad, nacionalidad, fecha límite, formato,etc. Ya sólo faltaría que se cruzasen los datos y se cuadrase la información de ambas partes para que cada festival recibiese cientos de obras con todo el material sin mover un dedo: no habría que abrir sobres, revisar material, clasificar fichas, guardar material... podrían hasta hacer una selección de las obras en base a visionados en streaming, cada uno en su casa y sin apenas esfuerzo. Y hasta podrían bajarse las obras para ser proyectadas en HD. Toda la gestión estaría hecha sin apenas costes materiales ni de gestión. Por otro lado, el director o productor, una vez subido toda la información de su obra (incluso la propia obra), sólo tendría que esperar para ver si es selecionada o premiada.
Hay un detalle: ¿Quién llevaría la gestión de la página? Y sobre todo ¿Quién la pagaría? En nuestro país, la lógica nos dice que los propios festivales podrían llegar a un acuerdo y pagar con sus presupuestos públicos una cuota sin problemas.
Pues bien, algo parecido han hecho los chicos de WITHOUT A BOX. Sólo que en lugar de ceñirse a un país, lo han hecho a nivel internacional y para festivales de cine en general. Han ampliado su campo a mercados de cine, compradores, distribuidores...hasta tienen una sección de fans. Claro, se financian a través de las coutas que cobran los festivales por participar...algo que aquí no sería factible.
Aunque no es la primera iniciativa que veo de este tipo, esta vez parece que la cosa va en serio. Basta decir que esta web pertenece a IMDB, del grupo Amazon. Casi nada.